MASTOPLASTÍA DE REDUCCIÓN

La mastoplastía de reducción es una cirugía con la que disminuimos el tamaño y damos formas a las mamas, sacando el exceso de glándula y piel. Habitualmente reducimos el tamaño y reubicamos las aréolas, que se han distendido por el  peso de las mamas.

Se indican estudios preoperatorios habituales, donde se incluyen mamografía y ecografía. Se deben evaluar los factores de riesgo. Las pacientes fumadoras tienen un riesgo incrementado de sufrimiento de la piel de la región operada. Por este motivo recomendamos dejar de fumar por lo menos 20 días antes de la cirugía.

Previamente, se debe evaluar a la paciente, para decidir la cirugía que se va a realizar
Se realiza con anestesia general, siempre en una institución sanatorial. La cirugía demora 3 hs. aproximadamente, dependiendo del procedimiento que se va a realizar.

Si la cirugía es muy grande, se le realiza a la paciente autotrasfución, para ello será necesaria la extracción de sangre  con anterioridad a la intervención quirúrgica, para  ser utilizada durante la misma.

Se coloca un vendaje elástico durante los primeros 8 días postoperatorios, que luego lo reemplazamos con un corpiño deportivo por varios meses, para que no se ensanchen las cicatrices.

La indicación de analgésicos favorece a no tener dolor en los primeros días luego de la cirugía..
Las pacientes reinician su actividad  habitual en 8  días.

Luego de la cirugía quedarán cicatrices, dependiendo del tamaño de las mamas y de la técnica quirúrgica utilizada. Podrán ser:
1-Periareolares, 2- periareolares y verticales o 3-periareolares, verticales y transversales, (en T invertida).
Inicialmente, se verán rojas, pero con el tiempo, mejoran.

Pocos días despues de efectuada la cirugía es importante comenzar con drenaje linfático manual y ultrasonido, para tratar el edema y los hematomas regionales normales después de cualquier intervención quirúrgica, para una mejor y más rápida evolución.

Existe la posibilidad de complicaciones comunes a cualquier otra cirugía como la aparición de hematomas, seromas, infección, cicatrices ensanchadas, hiper o hipopigmentadas,  alteraciones de la sensibilidad del complejo areola pezón y alteraciones en la lactancia, dependiendo de la técnica quirúrgica utilizada.